Reseña

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SORPRENDENTE Y PROLÍFICA ORIGINALIDAD LA OBRA EN POESÍA DE ANTONIETA VILLAMIL —por Julian Palley

Antonieta Villamil es autora de una prolífica obra que explora múltiples territorios y nos entrega una voz de genuino planteamiento en la poesía actual. En esta obra explora y realiza un reporte desde la trinchera del diario acontecer, un despacho desde el escritorio del mundo. Expresa el choque cultural que sufre el migrante y con innovador dinamismo, revitaliza sus voces a través del vehículo de la poesía, realizando una entrega de fuerte impacto. 

La sorprendente originalidad de Antonieta Villamil salta a la página a primera lectura. Se ha hablado de la “ruptura de las expectaciones recibidas” o de la “no-gramaticalidad” como factores sobresalientes de la poesía moderna (Shklovsky).La textura de su poesía demuestra esta tendencia continuamente, manejada con suma destreza. La fuerza lírica no se pierde, ni se pierde el significado que subyace bajo las imágenes solo aparentemente ilógicas. Coexiste así, una aparente contradicción en su poesía que crea una imagen de fuerte impacto en la lectura, su poesía se siente, no pide la lógica ni se explica en el contexto total del poema, sino que el significado se deja al lector.

Villamil reitera el rol y el poder del poeta en nuestra sociedad: Ser la conciencia de la tribu y la voz profunda de la cultura. Dignifica a los olvidados con una persistencia que nos urge a escuchar sus voces. Su escritura insiste en la memoria histórica que rinde testimonio de una generación desaparecida y desplazada que persiste desde las fosas comunes de la recordación contra el olvido, el silenciamiento, la violencia, la tortura, la impunidad, contra la desesperanza, la alienación y el desarraigo del exilio. 

Sorprendentemente, Villamil escribe en inglés con la misma facilidad y destreza que en castellano. En su poética replantea a la mujer poeta realizando una afirmación de la libertad de expresión. Nos devela el fuego de la palabra en que se ha forjado la voz de la mujer que escribe y su obra nos muestra que las pérdidas que agobian nuestras vidas, pueden ser redimidas por más que duela, por medio de la expresión poética. 

Frente a la experimentación técnica con poemas concretos y versos o palabras hiperbólicas en tono gris, que de acuerdo a la autora, “se leen en voz muy baja y no en grito aunque la intención de gritar sea visual”, encontramos en Villamil las huellas históricas de su país atormentado. 

Sus poemas de crítica social e histórica están revestidos de un lenguaje denso, metafórico y paradójico en el que el mensaje no se oculta, sino que requiere la colaboración del lector. Villamil perdió a su hermano PedroHernán por desaparición, a su hermana CruzanaAlicia y a familiares en circunstancias violentas en Colombia y el tema aparece en constante de denuncia, memoria y testimonio. Resalta además, el sufrimiento de las mujeres; la violencia misma se explora hondamente en su poesía. Incursiona en temas escabrosos sin perder de vista la belleza por horrenda que sea la realidad. 

Villamil construye así, una épica de la remembranza que señala el lugar en duelo que se resiste a quedar archivado en la indiferencia, y nos levanta el ánimo con una lírica de la compasión al mismo tiempo que el tono en crónica coloquial en otros poemas nos desafía a una inmersión en el paisaje de la devastación. 

Para contrastar en materia temática, Villamil llega a cimas de intensidad erótica y amorosa ejemplificada en la música incomparable de los poemas y la evolución hacia formas más libres, —mezcla de prosa y verso— en los que el hondo aliento lírico de unos, se suma al tono filosófico de otros poemas, reitera su poder creador, siempre más firme y acertado. 

Debemos dar la bienvenida a una joven poeta de promesa extraordinaria en la literatura. No sólo promesa: la poesía de Antonieta Villamil es una aportación madura y de alta calidad. —Julian Palley, PEN West, Universidad de California Irvine, Estados Unidos de América.